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Mostrando entradas de abril 14, 2010

ANOREXIA Y BULIMIA. PERCY ZAPATA MENDO.

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ANOREXIA Y BULIMIA Se estima que uno de cada doscientos adolescentes pa­dece anorexia, y que nueve de cada diez son mujeres. Estos datos epidemiológicos, que coinciden también con los de la bulimia, nos propor­cionan ya algunas claves de la en­fermedad. En efecto, es la búsque­da obsesiva de la delgadez, actual modelo sobre todo de belleza fe­menina, lo que desencadena las nocivas consecuencias de este trastorno. Las perso­nas anoréxicas soportan estoicamente el hambre y con fre­cuencia acaban des­nutridas, practican ejercicio desaforada­mente y abusan de la­xantes y diuréticos. Así, llegan a perder rápi­damente más del quince por ciento de su peso y sufren interrupciones de la menstruación. Este temor exagerado a engordar es lo que ha movido a algunos auto­res a describir la anorexia como una fobia a la comida. Pero, según pa­rece, esto es más bien una de sus múltiples con­secuencias. Tal vez la característica más sorpren­dente de esta enferme­dad sea la distorsionada imagen

ALTO A LAS HEMORROIDES. PERCY ZAPATA MENDO, CARMEN ZAPATA MENDO, JAIME ZAPATA MENDO.

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ALTO A LAS HEMORROIDES Se calcula que aproximada­mente ocho de cada diez personas padecerá hemorroides en algún momento de su vida, puesto que los hábitos imperantes en ellos favo­recen en gran medida la aparición de esta molestia. Además de cier­tas predisposiciones biológicas que pueden darse, existen otros factores que contribuyen a la apa­rición de este trastorno, como son el estreñimiento crónico, los esfuerzos fí­sicos excesivos y el sedentarismo muy prolongado, entre otros. El período de la vida en el que existe mayor riesgo de sufrir las hemorroides se sitúa entre los 20 y los 50 años, aunque es a partir de los 40 cuando las posibilidades de padecerlas crecen. Una etapa espe­cialmente delica­da para la mujer se presenta con el embarazo, al originarse un in­cremento de la pre­sión de la pelvis que hace aumentar la presión en las venas hemorroidales, cosa que contribuye a la manifestación de este trastorno. Las hemorroides son unas dila­taciones vasculares localizadas

¿POR QUÉ HE ENGORDADO?. PERCY ZAPATA MENDO, JAIME ZAPATA MENDO, CARMEN ZAPATA MENDO.

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¿POR QUÉ HE ENGORDADO? Muchas personas no salen de su asombro: «No lo entiendo; hago y como lo mis­mo que cuando tenía 20 años, y en diez años he gana­do otros tantos kilos.» Las causas más frecuentes de esta acumulación de kilos a lo largo de los años, con excep­ción de algunas muy concre­tas -diabetes, hipotiroidismo, etc.-, pueden ser m últiples, pero, en la gran mayoría de los casos, el motivo principal de este desajuste es un dese­quilibrio entre la cantidad de calorías ingeridas a diario y el gasto calórico efectuado. En pocas palabras: comemos más de lo que precisamos. No obstante, el obeso se resiste, curiosamente, a aceptar que su exceso de grasa obedezca a esta raz ón tan simple y se aferra a cual­quier excusa con tal de no admitir que su aumento de peso, y por tanto de volumen y de riesgo para la salud, sea debido a un exceso de apor­te cal órico. Normalmente no somos muy conscientes a la hora de evaluar nuestros aportes ca­l óricos ni nuestros gastos. El aporte